Los aditivos son poco recomendables.
Si los niños tienen dulces de colores fuertes y brillantes o los yogures con un 0,1% de materia grasa tienen un sabor muy intenso, esto se lo debemos a los aditivos, usados con demasiada frecuencia en la industria alimentaria.
En dos categorias de alimentos tales como los dulces y los productos preparados el uso
de aditivos es especialmente excesivo.
Los aditivos nombrados por la EFSA (Autoridad Europea de la seguridad alimentaria y nutrición), cuyo objetivo es asegurar un elevado nivel de protección al consumidor y reestablecer y mantener la confianza de los europeos en el suministro alimentario, comprobando que las sustancias sean inofensivas para el consumo e incluso si tienen licencia.
Una organización de protección al consumidor de Hamburgo en Alemania ha creado una lista con los 17 aditivos que deben evitarse en la comida.
Crítica en el proceso de aprobación.
En contraste con la EFSA, la organización de protección de consumidores alemana se pregunta sobre la tesis de si un aditivo que ha sido probado en animales sería seguro para el consumo humano.
Aquí, sin embargo, se aplica el supuesto básico de que no todo lo que es seguro para los animales lo sea para las personas. Además, no se tiene en cuenta la falta de investigación de los productos resultantes de las mezclas de éstos aditivos, ya que las pruebas de estos aditivos se hacen de forma individual en los animales, sin saber si la mezcla de varios de ellos en el producto final para su consumo diario pueda ser peligrosa o no.
Las madres deben tener cuidado especial con los colorantes.
Según las investigaciones, aproximadamente la mitad de los aditivos autorizados no son inocuos. Estos se deben consumir pocas veces y en muy pequeñas cantidades, de lo contrario podrían causar alergias o algún otro tipo de reacción perjudicial.
A los 17 aditivos que son altamente desaconsejados para el consumo hay que añadir especialmente la lista de colorantes, ya que se intuye que pueden provocar problemas relacionados con la salud. Tenemos el ejemplo del colorante amarillo de quinoleína, que entre otros, está prohibido en EE.UU., ante la sospecha de que pueda estar relacionado con la aparición de cáncer.
También se deben evitar los colorantes azoicos con los números E102, E110, E122, E123, E124A, E129 y E155. En estos, por ejemplo, hay indicios de que puedan causar hiperactividad en los niños. Estos colorantes deben prohibirse en todos los alimentos para niños.
Cuide su metabolismo.
Hágalo al estilo "metabolic"
Usted debería seguir las pautas recomendadas por metabolic-direct. Lea las etiquetas de los alimentos y si hubiera algo que no entiende, no lo compre. Evite el consumo de preparados alimenticios, compre productos frescos y prepárelos en su casa, así evitará los aditivos y comerá más sano.
Foto : Andrea Damm / pixelio . de
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